Nombre: 白马寺 (Pronunciación: Báimǎ Sì)
Precio de entrada: 35 yuanes por adulto.
Horario de apertura: Lunes a Domingo 7:30-19:00.
Tiempo recomendado para la vista: 1.5 horas.
Tipo de atracciones turísticas: lugares sagrados y religiosos.
Ubicación: Calle Luobai, distrito Luolong, Luoyang, Provincia de Henan.
Situado en las afueras de la ciudad Luoyang, el templo del Caballo Blanco fue el primer templo budista que se construyó en el suelo chino, en el año 68 de nuestra era bajo la dinastía Han Oriental (25 d.C-220 d.C). Aunque en comparación con otros monasterios fundados en las dinastías posteriores, no ocupa una superficie tan amplia ni se ve tan espectacular por afuera, su valor histórico y los acontecimientos a lo largo de varios siglos, hacen que merezca una visita.
Según una leyenda, la fundación de este templo se remonta a un sueño muy extraño del segundo emperador de la dinastía Han Oriental, Liu Zhuang. Un día, soñó que venía desde el lado occidental una figura de oro reluciendo, cuando despertó el emperador, preguntó a los cortesanos si sabían la moraleja del sueño. En ese período, el budismo estaba en pleno apogeo, así que uno de los cortesanos comentó que en la India había un Buda que era fundador de budismo, se veía totalmente igual que el que apareció en su sueño. Liu Zhuang inmediatamente envió unos funcionarios a investigar esta religión y buscar las escrituras budistas.
Cuando regresaron, los acompañaban dos notables monjes hindúes a sus lados que fueron invitados a difundir el budismo y enseñar las sutras. Las escrituras budistas que anhelaba mucho el emperador fueron transportadas por dos caballos blancos. Luego, Liu Zhuang ordenó oficialmente fundar el primer monasterio budista en China, justamente situado en la capital de ese período: Luoyang. Y para conmemorarlo, se le puso el nombre de templo del Caballo Blanco.
En la historia de China, el templo del Caballo Blanco juega un rol sumamente importante. Por una parte, es considerado el primer templo budista de la historia de China irrebatiblemente, y por el otro, también es un lugar sagrado que refleja el paso del tiempo y el desarrollo de una de las religiones más importantes en la tierra china. Luoyang fue capital de más de 10 dinastías, por eso, asentado en el centro de la política y siendo la cuna de budismo en china, el templo de Caballo Blanco tuvo gran influencia a lo largo de historia. Se registra que en algún momento del siglo VII (era capital entonces), había miles de monjes que habitaban en el templo. Además, logró difundir la religión a Japón, Corea de Norte y Sudeste Asiático.
Si con lo que he indicado arriba no es suficiente, el templo de Caballo Blanco también cuenta con una zona donde puedes contemplar construcciones budistas que provienen de otros países asiáticos, como Tailandia, Myanmar y la India. Se le debe a la cooperación de los gobiernos y las asociaciones budistas de ambas partes, la construcción de estos diferentes estilos de arquitectura refleja la colaboración entre China y sus países cercanos. Nos muestran también la diferencia del budismo en distintos países desde el punto de vista arquitectónico. Hay que tomar en cuenta que todos estos templos son relativamente nuevos, fueron construidos en nuestro siglo.
A la entrada se ven dos caballos blancos de piedra, los cuales parecen que están cargando algo sobre su espalda. Dichas esculturas concuerdan muy bien con el nombre y la historia del templo de Caballo Blanco, y se han convertido en un símbolo de ahí. Si algún día quieres visitar el templo más antiguo de China, ¡no te olvides de tomar una foto antes de entrar en él!