Quizás usted ya sabía, que la Gran Muralla es una fortificación que nos hace regresar en el tiempo. Con una historia de más de 2000 años, al igual que para todas las construcciones antiguas, un tema que siempre nos preocupa es la protección de la reliquia. En este artículo, te contamos los problemas principales que está enfrentando la Gran Muralla y las medidas que toma el Gobierno de China con el objetivo de conservar esta gran herencia cultural de la mejor manera.
Tanto en la antigüedad como en la actualidad, la Gran Muralla China siempre ha tenido un significado que va más allá de ser sólo un patrimonio de la humanidad, de hecho, también ha sido considerada un símbolo de unidad y independencia estatal porque durante miles de años, sirvió para resistir la agresión de las nómadas que habitaban en el norte de la frontera.
Según una investigación dedicada a la preservación de la Gran Muralla China que duró 5 años, actualmente muchas secciones de la Muralla China no se encuentra en buen estado de conservación, en el año de 2015 se calcula que un tercio de los tramos sufrieron daños. Hablando de las causas, principalmente se dividen en 2 tipos, el deterioro natural y el vandalismo artificial.
Ahora enumeramos las principales amenazas que recibe esta gran construcción de fama internacional.
Aunque para muchas personas, la muralla se halla en Beijing o ciudades muy modernas en el norte, (quizás cuando vengas a China, primero le lleven a dar una vuelta para visitar por ahí junto a la famosísima Ciudad Prohibida.) pero se trata de una serie de muros que cruza más de 10 provincias, y lo que siempre se olvida son las secciones de zonas lejanas y hasta despobladas. Esta ubicación, por una parte, la hace más vulnerable a los desastres naturales (ejemplos como terremotos, inundaciones, lluvia, etc.) por tener condiciones climáticas más complicadas, y por la otra, muchas veces se dificulta mucho llevar a cabo los trabajos de protección y preservación.
Es algo que sucede con más frecuencia en los lugares menos poblados por falta de inspección. Desde hace algunas décadas, la construcción de camino y ferrocarril se ha convertido en una de las tareas más importantes para el desarrollo del país, tampoco podemos olvidar que el sector inmobiliario se expandió con rapidez. Así que, aunque nadie lo esperaba, algunas secciones de la Gran Muralla acaba siendo víctima de estos proyectos de construcción. Por ejemplo, en el año de 2006, durante la construcción de un camino rural en la Provincia de Gansu, se afectó un tramo de la muralla e imagínate lo peor es que era un tramo que se remonta a la dinastía Ming, es decir, tenía una historia de más de 600 años.
Quizás es una razón poco menos mencionada, puesto que los beneficios económicos sí son muchos, sin embargo, el rápido aumento del número de los turistas desde hace poco tiempo la hace víctima de su propio éxito. Según lo que apunta la oficina de turismo de China, la Gran Muralla recibe más de 50 mil visitas al día. Y además de correr serios peligros provocados por el exceso de visitantes, la basura que dejan los turistas también se convierte en otro enemigo invisible para la protección de la Gran Muralla.
Entre todas las actividades humanas relacionadas con el turismo, hay que destacar el vandalismo porque daña directamente a esta construcción icónica de China. Esto se encuentra más común sobre todo en las secciones más visitadas que generalmente son las que se sitúan cerca de Beijing, ejemplo como el tramo de Badaling. Este mal hábito e acto de irresponsabilidad de dejar firmas o pinturas con marcadores no ha sido poco visto en la década pasada, y por si fuera poco, aparte de los turistas, algunos ciudadanos chinos que viven cerca de la muralla no sólo la rayan, sino que hasta roban los ladrillos para venderlos a un buen precio en el mercado negro.
Siempre decimos que “Es mejor prevenir que lamentar.” Y cuando se trata de un Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO (declarado en 1987), por supuesto merece más atención. Desde el año de 2006, se empezó a realizar la investigación de recursos de la Gran Muralla por primera vez tomando a la provincia de Gansu y Hebei como proyectos piloto. Su objetivo, sin duda, es garantizar la conservación de este reclamo turístico sumamente popular con introducir una normativa.
En 2019, hasta el presidente Xi hizo hincapié en la necesidad de hacer esfuerzos para proteger la Gran Muralla, no sólo por estar incluida en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO, sino que también por lo que se esconde detrás de la muralla: nuestra historia y cultura.